Si quieres matar a un genio, nunca le digas ¨ buen trabajo¨. Para todos aquellos que han visto la película oscarizada Whiplash, estas palabras les sonarán familiares.
Whiplash cuenta la historia del desquiciado esfuerzo de un joven batería, alumno de la mejor escuela de jazz de Estados Unidos, que sueña con ser el nuevo Buddy Rich, y de su relación con Terence Fletcher , su tirano director de orquesta.
En su personaje, Fletcher recurre a la violencia, al insulto y a la vejación como medios para descubrir entre sus alumnos al próximo Charlie Parker. Lo que ocurre después, lo descubrirás viendo la película.
Ahora hablemos de tu propia película como estudiante, como músico.
Me pregunto por qué la educación de un músico tiene que estar basada en la teoría de que la letra con sangre entra. ¿Está negado el poder disfrutar a la hora de hacer o estudiar música? ¿Por qué confundir disciplina y trabajo con maltrato?
El hecho de que este director trate así a los miembros de su orquesta ¿hace que ésta suene mejor? ¿Consigue lo mejor de tu talento el hecho de que te traten de ese modo?
Puede que ya te hayas cruzado en el camino con maestros que tengan esa forma de proceder y educar, y no sólo en la música, casi cualquier trabajo o profesión tiene este tipo de personas con las que tendrás que lidiar.
A lo largo de mi carrera como cantante, profesora y músico en constante formación, he tachado de mi memoria a este tipo de ¨educadores¨ que se convirtieron en una simple anécdota. Vi en muchas ocasiones más frustración personal del maestro que búsqueda por conseguir potenciar el talento del alumno.
Muchos alumnos atesoran de estas clase de educación malos recuerdos, traumas y otros, directamente, tiran la toalla. Sin ir más lejos, cuentan que la película que hoy nos sirvió de ejemplo para estas líneas, se creó a raíz de una historia similar que vivió el director de la misma y que lo marcó indefectiblemente.
Una vez más, te animo a que obtengas de cada educador lo que mejor pueda ofrecer. Como si fueras una esponja, intenta absorber de cada quién y de cada cual sus enseñanzas.
Todo se puede aprender y asimilar desde el respeto. Defiende sobre todo tu propio respeto por superarte mas allá de lo que te quieran hacer creer.
El límite lo ponemos cada uno con nosotros mismos. Siempre habrá maestros que trabajen para acompañar tu camino de crecimiento como músico.
La música se puede aprender, disfrutar y compartir.
Nadie es dueño de tu talento y sea cual fuese, defiéndelo desde la seguridad de que estás trabajando en ello.
Como decía Picasso ¨Que la inspiración te encuentre trabajando”
