Los tiempos que corren y nosotros corriendo detrás del tiempo..
Muchas veces en mis clases de canto, surge en mis alumnos la inquietud de en qué momento se comienza a dominar el instrumento.
Mi respuesta es siempre la misma. En el canto, como en el aprendizaje de cualquier instrumento, los tiempos dependen de la cantidad de dedicación que uno emplee en estudiar. Cuanto más se practica, más se acortan los tiempos de dominio y control del instrumento. A menos que seas un privilegiado que naturalmente y sin estudio alguno, seas poseedor de un poder vocal innato. Para el resto de los mortales, entre los cuales me incluyo y que somos la inmensa mayoría, van dirigidas estas palabras.
Te propongo un intercambio.
- Por cada inseguridad en tus avances, la pregunta sincera de cómo estabas cuando comenzaste a estudiar.
- Por cada duda sobre cuándo llegará el día glorioso de dominar tu instrumento, el recuento de la cantidad de tiempo que dedicas a conocerlo, practicar y disfrutar con él.
- Por cada enojo “porque algo no me sale” recordar el asombro inicial y la humildad de entender que cada proceso lleva su tiempo.
- Por cada comparación con otro instrumentista, la sana costumbre de buscar tu lugar, de admirar y no sufrir por comparaciones que no aportan nada.
- Por cada “no puedo”, un “¿por qué no?”
- Por cada “no lo haré bien”, un “lo voy a intentar”.
Existe una máxima en los escenarios que dice que ¨detrás de todo éxito hay un gran fracaso¨.
Cualquier actividad que emprendas después de la novedad inicial lleva su tiempo, su entendimiento, su maduración y su proceso en tu vida.
Vivimos inmersos en tiempos de prisas donde se valora la inmediatez, donde para ser músico mucha gente se alimenta, como única posibilidad, de la extensa gama de concursos de talentos que cada año abundan.
La música es muy diversa y tus motivos lo serán también. Que cada duda no te frene, al contrario, que aumenten las ganas de seguir.
Disfruta del camino.
Siempre recuerdo las palabras de mi primera directora de coro y profesora de música Mirta Correa, que ante mis constantes inseguridades y prisas siempre me decia: ¨No te preocupes , ocúpate.”
Pasaron los años y aunque uno lleva en su haber muchas horas de vuelo en este camino de la música, nunca es tarde para recordar estas palabras.
Recuerda, no te preocupes, ocúpate...
