¿Qué te anima a continuar cuando eres músico? ¿Qué te mueve a intentarlo una y otra vez ? ¿Qué te impulsa a seguir queriendo mejorar, a buscar la composición perfecta, la palabra justa, la interpretación que te levante a dos palmos del suelo? ¿Qué te lleva a entregar la confianza a un maestro que te guíe, a un músico admirado, a un referente donde reflejarse?
Muchos pueden ser los motivos que nos impulsen a todo ello. Se habla del ego del artista. ¿Existe? Sí, como en toda profesión. ¿Y la búsqueda del aplauso? Todos quieren su minuto de gloria, basta pasearse por las redes sociales para comprobarlo. ¿Tal vez la pasión? Puede ser, pero ¿quién no siente pasión por algo o por alguien? En mi caso, lo que a mí me mueve a continuar, a intentarlo, a mejorar, es lo que llamo “el beneficio de la duda¨
El beneficio de la duda es no quedarse paralizado por no saber, por desconfiar, por inseguridad. Es más bien todo lo contrario. El beneficio de la duda es puro movimiento, justo ese movimiento que te empuja a planteártelo todo, a no dar nada por sabido.
Es seguir buscando esa interpretación sublime, ese show donde la magia flote en el aire, donde la composición pase la frontera de lo que quieres transmitir y se adueñe de tu público. Es que alguien, del otro lado, te diga “esa canción habla de mí”.
El camino del músico es un transitar constante por emociones encontradas. Existen días de seguridad absoluta y otros en cambio donde nos sentimos el último de la fila. Y al final, la fecha adecuada de estreno no se termina encontrando fácilmente en nuestro calendario, y la perfección que soñamos conseguir, parece moverse siempre que pretendemos alcanzarla.
No creo que haya nada más vivo y sincero que un artista dispuesto a aprender siempre, a no dejar de maravillarse como el primer día.
Te deseo que las dudas te muevan, te revelen y te subleven como artista. Que cada una de esas dudas te hagan redoblar la apuesta, te fijen un objetivo, te lleven a buscar respuestas.
Que durante tu camino como músico, consigas muchos “beneficios de la duda” y que disfrutes al mismo tiempo de las certezas que intentamos transmitir en las aulas o con las que nos subimos al escenario.
¿Y si buscamos esos beneficios a las dudas?
